martes, 12 de marzo de 2013

Cincuenta y siete.


Tengo habilidad, sí, tengo voluntad para respirar fuerte mientras pueda, a pesar de que me robes todo el aire. Me has vuelto a hablar y he vuelto a sentir el nerviosismo en estado puro, eres tú, soy yo, es lo que siempre he querido sentir, nunca he cometido tantas gilipolleces por querer a alguien y contigo no puedo parar de hacerlo continuamente, se está convirtiendo en costumbre, me estoy acostumbrando a quererte... Yo te llevo donde tú quieras ir, dame la mano, toma, siente como la mía se agarra fuerte a la tuya, ¿tú también lo notas? Dime que si, me muero porque me digas que si, déjalo todo, vente conmigo, no quiero cambiarte, me gustas tal y como eres, vas a seguir con tu mundo desordenado, y yo no quiero ordenarlo, lo quiero así tal y como es. Dime si soy yo o es que nada cuadra... Necesito respuestas, tengo miles de preguntas que hacerte y no tengo tiempo que perder en escuchar lo que le tengas que decir a la gente... Sólo quiero escuchar un: "Eres lo mejor que me ha pasado". Y ya no llueve, no, porque ahora estás aquí y hace sol, mucho sol. Siempre habrá alguien buscándote, pero siempre seré yo la que más cerca tuya esté. Y entonces saltaré contigo a donde haga falta, no me importa si es a tu lado, en ese puente que dices, en cualquier puente del mundo... si no hay, los inventaré para que estés cómodo, ¿quieres ruido? Yo lo fabrico, dime que quieres, lo busco y te lo doy. Rápido, pídelo, no pierdas tu tiempo buscando sentido a algo, seguramente nada lo tenga, venga dime, dime que quieres empezar algo, yo siempre estaré aquí.

La chica de los gatos.

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