sábado, 3 de mayo de 2014

Ciento cincuenta y uno.


Nunca veas a una puta con la luz del día. Es como mirar una película con la luz encendida. Como el cabaret a las diez de la mañana, con los rayos del sol atravesando el polvo que se levanta cuando barren. Como descubrir que ese poema que te hizo llorar a la noche, al día siguiente apenas te interesa... Es como sería este puto mundo si hubiera que soportar las cosas tal y como son. Es como descubrir al actor que viste haciendo Hamlet en la cola del pan. Como el vacío cuando te pagan y no sientes ni siquiera un poquito. Como la tristeza cuando te pagan y sentiste al menos un poquito... Como dejarte venir conmigo, sabiendo que cuando se acabe la magia vas a estar con una mujer como yo, en otro lado...

La chica de los gatos.

Ciento cincuenta.


Quizá no sea la chica con la que sueñas. Tal vez haya otras mejores que yo, tal vez no soy yo quien te hace más feliz. Tal vez te suene atrevida, tal vez en este momento estés esperando por alguien que yo nunca podría ser... Todo queda en un "TAL VEZ", pero ¿qué mas da? Si yo me he perdido en tu mirada... ¿Qué mas da si esto suena ridículo? Me he propuesto conquistarme, quiero mostrarte que también suceden cosas buenas en nuestra realidad. Déjame hacerte feliz. Entra en mi vida... te abro la puerta.

La chica de los gatos.

Ciento cuarenta y nueve.


Dices que vivo aferrada al pasado, que no avanzo... pero para mi no tiene sentido. Cierro los ojos y solo existen tus manos con mis manos, calor bajo tus sábanas, guerras de cosquillas, domingos atados a la cama... y comernosquerernos, suspirar... sentir que estamos vivos. No existe pasado, presente ni futuro, solo tú y yo. Nosotros y nuestra INTEMPORALIDAD. Llámalo vivir de recuerdos si quieres, llámalo pasado... Llámame masoca. Llámame sin la LL.

La chica de los gatos.

Ciento cuarenta y ocho.


Cuando pierdes el tiempo al teléfono, cuando los minutos pasan sin que te des cuenta, cuando las palabras no tienen sentido, cuando piensas que si alguien te escuchara creería que estás loco, cuando ninguno de los dos tiene ganas de colgar, cuando después de que ella ha colgado compruebas que lo haya hecho de verdad, entonces estás perdido. O mejor dicho, estás enamorado, lo que, en realidad, es un poco lo mismo...

La chica de los gatos.

Ciento cuarenta y siete.


Sobrevivo con tu ayuda o sin ella. Tengo mas problemas en los que pensar, reconozco que tu eres mi preferencia pero poco a poco vas bajando de escalón hasta que desaparezcas. Te deseo lo mejor, que encuentres a una chica con la que te sientas completo, solo te pido que no la utilices igual que hiciste conmigo ya que eso no le gusta a nadie. Se puede decir que yo he sido demasiado buena respecto a este tema, pero... y si la siguiente ¿no lo es? ¿Qué harás? Gimotear como un bebé, ¿no? Al final recibes lo que das.

La chica de los gatos.

Ciento cuarenta y seis.


Soy de las que se encaprichan fácilmente. De las que se pueden pasar horas pensando en él, y segundos olvidándole... De las que perdonan pero no olvidan. De las que recuerdan los mejores momentos fácilmente, de las que son difíciles de sorprender, de las que viven la vida salvajemente. De las que piensan más en los demás que en si mismas, de las que piden perdón sin motivo, de las que hablan horas de algo que ha ocurrido en unos segundos, de las que piensan las cosas dos veces antes de hacerlas, de las que prefieren estar solas antes que mal acompañadas, de las que se entretienen con cualquier cosa.
De las que tienen un por qué para todo, de las que dedican su tiempo libre a hacer cosas que disfrutarán mañana, de las que creen que las casualidades SÓLO existen por algo, de las que se creen solo la mita de lo que les dicen... De las que le ven algo malo a todo lo bueno y algo bueno a todo lo malo, y de las que se preocupan más de vivir a vida como les plazca que de lo que puedan pensar los demás.

La chica de los gatos.

Ciento cuarenta y cinco.


Si tú saltas, yo salto; si tú quemas, yo ardo; si a ti te pegan un tiro, yo sangro. Porque eres lo más bonito que tengo alrededor y la única razón que tengo para seguir luchando. Nadie puede darme lo que tú me das, nadie.
Cuando estoy realmente jodida, apareces con esa sonrisa, me das ánimos, dices alguna tontería... Miles de momentos juntos en los que nos hemos reído hasta que nos dolía el estómago... y eso me gusta. Hay palabras que suben como el humo y otras que caen como la lluvia... Aunque me fuese, ¿de verdad crees que te podría olvidar? Cuando estoy contigo me siento distinta, me siento buena, mejor persona. La vida no se mide por las veces que respiras, sino por los momentos que te dejan sin aliento.
Me despierto cada noche pensando en ti, en raptarte, y reventarle la cabeza a todo el que se ponga por delante. Y me levanto todas las mañanas con las mismas ganas de abrazarte. Me muero por sentarme enfrente, por oler tu ropa, por mirarte y luego perderme. Quiero quedarme aquí, y hacerlo mientras nos abaten con toda la puta artillería
Yo intento engañarme a mi y a ti, diciendo que no significas nada, pero no es así, esta vez no me voy a ir de tu vida por la puerta de atrás, esta vez no. Y me gustaría que supieses que mereció la pena, que ahora sé que seguir viviendo no es pasar las hojas de un calendario, sino entender que cada hoja de ese calendario es única e irrepetible...

La chica de los gatos.