Me pongo tacones, falda y escote para conocerte. Me cortaré el flequillo solo porque a ti te pica la curiosidad de saber como me queda. Gano el campeonato del mundo de tu juego favorito, porque he aprendido a jugar a escondidas en la única mesa gratuita del colegio. Sé que tipo de chico eres. Sé que te quitas los zapatos cuando es cuesta abajo y te los pones cuando es cuesta arriba. Sé que, aunque te conocí con corbata, no te gustan las corbatas. Sé que estás leyendo esto pero no lo vas a reconocer...
No me da miedo dormir en el peor motel del país si así consigo que duermas tranquilo. No volvería, si no eres tú el que me paga el viaje. Te encantaba bailar y nunca te ha dado asco la sangre y sabes que es mejor compartir el colchón más mugriento que haya. Cuando formamos el equipo entre los dos y tú te pones las botas de fútbol, no hay quien pueda con nosotros.
Nos va a poder la falta de paciencia, ya me sé yo la historia, tú vendrás a despedirte y a mí me joderá que te vayas. Aún así, seguiré estando orgullosa de destruir todo lo que tengo por empezar algo a tu lado.
La chica de los gatos.
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