miércoles, 4 de diciembre de 2013

Trescientos treinta y siete.


Cuando eres pequeña, la noche da miedo porque se esconden monstruos bajo de la cama
Cuando te haces mayor, los monstruos son diferentes; Falta la confianza en uno mismo, soledad, arrepentimiento... y aunque seas mayor y más sabio, te sigue dando miedo la noche.
Dormir. Es lo más fácil de hacer. Simplemente cierras los ojos. Pero para muchos, dormir parece estar fuera de nuestro alcance. Queremos hacerlo, pero no sabemos como conseguirlo.
Pero una vez que nos enfrentamos a nuestros demonios, nos enfrentamos a nuestros miedos y nos entregamos a los demás para ayudar.
La noche no da tanto miedo porque nos damos cuenta de que no estamos completamente solos en la oscuridad.

La chica de los gatos.

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