Quien no arriesga, no gana. Y en esta vida el riesgo es vivir. Un amor incomprendido o una respuesta equivocada, nos puede sumir en un abismo del cual es muy difícil salir... Un "no" en un altar, un "sí" en una época dudosa.
No sabemos lo que queremos, y mientras, lo hacemos todo sin pensar. Esperando un sí o un no arriesgamos un futuro. ¿Cuántas veces haremos las cosas sin pensar? Mi respuesta: las veces que sea necesario. El destino nos guía por el camino que ya tenemos trazado. Un "sí" es lo que debemos oír, y un "no" es lo que tenemos que esperar, pero siempre arriesgando, porque vivir es un riesgo.
La chica de los gatos.
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