-Nunca debería haberte contado lo de George.
-No, está bien. Me alegro de saber lo suyo y lo del veterinario, te las has arreglado muy bien.
-¿Qué acabas de decirme?
-Es imperdonable.
-No recuerdo que nunca te haya pedido que me perdones.
-¿Así que lo de hacer punto era una fase? ¿Quién será el siguiente? ¿Alex? Porque he oído que le gusta acostarse con cualquiera, vosotros dos tenéis eso en común.
-A mi tú no me llamas puta. Cuando te conocí creí que había encontrado a la persona con la que iba a pasar el resto de mi vida, ¿sabes?, eso creí. Y todos los chicos, y los bares y mis traumas evidentes me daban igual, porque te había encontrado. Tú me dejaste, escogiste a Addison y me estoy recuperando. No te pediré disculpas por cómo decido reparar lo que tú rompiste.
La chica de los gatos.
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