¿Sabes? Aunque te parezca increíble, tú y yo estamos aquí, compuestos de cientos de átomos, sentados sobre este planeta con un núcleo de hierro líquido sujetos por una fuerza llamada gravedad, mientras damos vueltas al Sol a ciento siete mil kilómetros por hora y atravesando la vía láctea a novecientos cincuenta mil kilómetros por hora en un universo que podría estar persiguiendo su propia cola a la velocidad de la luz.
Y en medio de esa actividad frenética, conscientes de nuestra desaparición, que es un modo elegante de decir que todos vamos a morir, nos buscamos, los unos a los otros...
¿No es extraño? ¿No es raro?
La chica de los gatos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario