Verá, mi pequeña Amelie, usted no tiene los huesos de cristal, podrá soportar los golpes de la vida, si usted deja pasar esta oportunidad con el tiempo su corazón se irán haciendo seco y frágil como mi esqueleto. ¿A qué espera? Ande, vaya a por él.
La chica de los gatos.
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