Va de locos. Y entre la gente, tú. Y tu suspicacia. Más que nunca. Yo entre el riesgo y la rendición, y tú en tu aparente indiferencia. Siempre hay un poco de locura en la indiferencia, y más en una persona como tú. También indiferencia en la locura, aunque me cueste para seducirle.
Ahora que te conozco un poco más, te diré que sé como huele tu almohada, que sé que te encanto, y que te morirías por besarme otra vez, aunque fuera de nuevo a destiempo. Una noche de viernes sin sentido, por ejemplo. Pero esta vez, te besaría mil veces más. Y tú, me llevarías al fin del mundo. O quién sabe, a lo mejor es la última vez que cruzo tu puerta. Y mañana ni te acuerdas. Aunque no nos engañemos, si estás leyendo esto, es porque estás pensando en mi.
La chica de los gatos.
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