Besos, una tarde. Acelerar dos respiraciones, una noche.
Llover tu cuerpo sobre el edredón o cambiar el mundo, ya sabes. Hablar de más o de menos, o jugar a perdernos en la ciudad. Pero tú lo que no sabes es que ese amor, es de hoy te quiero y mañana no. No sabes vivir hoy, sin pensar en mañana, y el problema, es que es demasiado sencillo para lo complicado que eres. Hay que ser más emocional y menos racional.
La chica de los gatos.
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