jueves, 27 de marzo de 2014

Setenta y ocho.


Me gusta más Guardiola que Mou por el gran ejemplo que da con el respeto al luso. Para Pepe el éxito y el fracaso es siempre cosa de uno mismo. De este modo tomamos consciencia del poder que cada uno tenemos para dirigir nuestras vidas y aprendemos que no son las conspiraciones del resto las que nos llevan a fracasar. Su mensaje pasa por entender que cada uno depende de si mismo, porque depender de otros consiste en esperar sentado a que te llegue lo que deseas en lugar de ir a buscarlo. Esperar es mala idea porque no suele llegar lo deseado y porque vives con la creencia de que el mundo te debe algo. Esperar es mala idea porque no suele llegar lo deseado y porque vives con la creencia de que el mundo te debe algo. Si alguien te debe algo, eres tú. Esa es la diferencia entre un hombre y un niño, ser consciente de lo que somos capaces de hacer sin depender de, sin esperar a, sin dejar nuestro destino en manos de otros. Ahí está el error: en esperar que las decisiones de árbitros, amigos o parejas llenen el hueco que debemos llenar.

La chica de los gatos.

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