Hicimos el amor muchas noches. Y muchas mañanas. Y muchas tardes. Teníamos tanta magia que parecía gastarse en un polvo. Lo nuestro fue intemporal. Tuvimos segundas partes. E incluso terceras. Tuvimos de todo mientras éramos uno. Pero ya, no hacíamos el amor. Ya, no nos queríamos. Hubiera matado monstruos por ti, como dice la canción. Me hubiera muerto yo, por un beso tuyo hace mucho tiempo. Pero el tiempo pasa. Y con él, la distancia. Y te veo. Te abrazo. Pero no me sale besarte. Y ahora no sé en lo que me habré convertido, qué dices que soy... Pero me va el juego. Lo que menos se parezca al amor. Me va lo de quiéreme un ratito, y si eso después me voy.
La chica de los gatos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario