lunes, 16 de septiembre de 2013

Doscientos cincuenta y ocho.


Porque me llamas la atención más que ninguno, porque sabes decir "dame un beso" con los ojos, porque eres diferente a los demás y no tienes que fingirlo. Por ser tan complicado. Por sacar temas que nadie sacaría, por grabarte en mi memoria inevitablemente. Por ser mi propio record. Porque eres natural y dices lo que piensas, porque siempre tienes un "pero" para todo, porque eres un misterio. Porque me encanta aprender a sobrellevarte, cosa que no es fácil. Porque cada día me enseñas algo nuevo. Porque cuando te quedas callado podría comerte, pero si sonríes podría quedarme horas observándote. Porque rompes con todos los tópicos y eres algo totalmente nuevo para mi. Porque no eres como pareces ser, y tienes doble personalidad. O simplemente porque no puedo rendirme contigo, porque lo tengo tan claro. Porque haces que todos se olviden del paisaje. Porque siempre llegas tarde. Porque cuando apareces todos se giran y yo no miro, y tú me miras a mi. Porque haces de cualquier sitio nuestro escondite, porque eres el punto entre las rayas, y la raya entre los puntos. Muchos hablan de ti como alguien genial, y otros muchos te envidian. Porque tienes ese nosequé en nosedonde que es inimitable para ellos. Porque eres así, y eres para mi.

La chica de los gatos.

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