lunes, 26 de agosto de 2013

Doscientos veintiséis.


Susúrrame al oído que me amas, al compás de nuestra canción de Tiziano Ferro sonando lentamente en aquel CD de vinilo. Apaga la luz y muévete sensualmente hasta mi cama, deja que te arranque lentamente la ropa para sentir esa mágica reacción química. Nos atraemos, como dos protones, como dos leones cuando están en celo. Deseos de sentirte, de notar tu carne contra mi carne, ¡oh si cariño! gímeme al oído y haz que esta noche normal se convierta en la más especial para los dos.

La chica de los gatos.

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