Soy una experta en amores, pero no conozco el amor. Desde hace varios años me he burlado de ese sentimiento ciego, sin sentido, calificándolo como algo pueril, idealista y bobo, que solo los niños puede inventar. Pero ya no quiero burlarme, ya no puedo hacerlo, ¿me entiendes? Pensando en ti he imaginado lo extraordinario que debe ser dar todo a cambio de nada, desear lo mejor para la persona amada, disfrutar su alegría y llorar con sus tristezas. Permaneces a su lado en la adversidad, para darle una frase de consuelo, de ánimo, de apoyo. Entregar el alma y el corazón sin condiciones, sin pedir nada a cambio, por el simple gusto de darse, por la simple alegría de amar...
No me juzgues de impulsiva al hallarte con lo único que realmente intento decirte aquí: si alguna vez llego a amar a un hombre de esa forma, me gustaría que fueses tú, eres tú. Te siento conmigo, y eso me da fuerzas, pero también me aterroriza, porque si me equivoco esta vez, creo que nunca más seré capaz de levantarme...
La chica de los gatos.
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