martes, 2 de julio de 2013

Ciento ochenta y tres.


Corren tiempos raros para el amor duradero. En este mundo de vidas aceleradas y ansiedad a plazo fijo, Zygmunt Bauman, sociólogo polaco, escribió hace unos años una gran reflexión sobre las relaciones amorosas y su fragilidad. 
La teoría, llamada Amor Líquido, explica algo absolutamente novedoso y un poco aterrador sobre los vínculos humanos: el comportamiento consumista que prevalece en nuestra sociedad se ha trasladado también a las relaciones y esto hace que nos hayamos vuelto consumistas de corazones y de cuerpos.
Las relaciones se toman y se dejan como si se tratara del consumo de productos dejando a nuestro paso un reguero de corazones rotos, tal vez el nuestro. Queremos relaciones profundas, seguridad y a la vez absoluta libertad para probar otras cosas. Queremos consumir y consumir pero nos aterra que nos consuman.

La chica de los gatos.

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