jueves, 3 de abril de 2014

Ciento ocho.


De la euforia al tormento en 24 horas. Soy la misma persona un viernes que un lunes, aunque no te lo creas. Dudo de todo. Fatalizo las situaciones. Vivo y siento las cosas con una intensidad que podría mover montañas. No conozco término medio. Llevo las emociones a extremos, puedo amar hasta volverme loca, o sentir total y absoluta indiferencia. Cuando no puedo más, huyo. No se estar solo triste. Yo me jodo, me atasco, me derrumbo, me auto-destruyo, me destrozo...

La chica de los gatos.

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