miércoles, 23 de octubre de 2013

Doscientos noventa y seis.


¿Cómo he terminado haciendo daño a todo el mundo? Si yo sólo quería quererte, y comerte a besos cuando llegaras a casa, y verte ahí al lado cuando suena el despertado, y mirarte cuando desayunamos con olor a pan tostado... Y no dejar de mirarte en todo el día... Pero lo único que he conseguido es caer enferma de tristeza. Lo siento tanto... Y te he querido tanto... 

La chica de los gatos.

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