No quiero mi corazón, cariño. ¿No ves cómo él me lo dejó? Me lo voy a arrancar y a abandonarlo en alguna gasolinera lejana. No, mejor. Me iré a algún paraje desierto y lo tiraré lejos de mi. ¿Qué quieres recogerlo? Entonces hazlo y cúralo, dale mimos hasta que brille. Si lo traes de vuelta... si vuelve perfecto como un boomerang, entonces lo cogeré de nuevo, si, y prometo que será tuyo para siempre.
La chica de los gatos.
Difícilmente se puede hacer que un corazón herido vuelva a brillar con la fuerza de antaño... Siempre quedarán las cicatrices.
ResponderEliminarLa verdad es que si... Pero bueno, siempre queda intentarlo!
EliminarGracias por pasarte y dejar un comentario, besos :)