-Te pasas el tiempo curando a la gente, pero ahogas tus heridas en el alcohol de tus propias lágrimas.
Intento mirarla a los ojos pero no puedo dejar de admirar su hermosa boca. No sospechaba que se pudiera pasar tanto tiempo observando una boca.
-[...] Algún día, es posible que tengas que pagar un precio muy alto por todo el placer y la alegría que el amor provoca. Y cuanto más intensamente ames, más intenso será el dolor futuro. Conocerás la angustia de los celos, de la incomprensión, la sensación de rechazo e injusticia. Sentirás el frío hasta en tus huesos, y tu sangre formará cubitos de hielo que notarás correr bajo tu piel. [...] Es posible que tu cuerpo resista la intensidad del placer, pero no es lo bastante sólido para aguantar los pesares del amor.
La chica de los gatos.
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