sábado, 3 de mayo de 2014

Ciento treinta y dos.


Si pudieses comprender todo, sería más fácil para mi arrepentirme. Si pudieses ver todas nuestras posibilidades, no estaríamos aun en este punto muerto en el que empezamos. No me dejes ir solo por esto. Puede que sea una idiota pero puede que tu también. Dos equivocados no suman un acierto, pero no me importa porque puede que seamos todo lo que necesitamos.
Tú puedes decir que esto es un gran error, pero yo creo que merece la pena hacerlo, merece la pena repetir. Te diría que las cosas buenas les llegan a aquellos que esperan. Te diría cualquier cosa si tú me creyeses. Tal vez no seamos el uno para el otro o, tal vez, somos más de lo que estamos dispuestos a ver.

La chica de los gatos.

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