sábado, 3 de mayo de 2014

Ciento cuarenta y seis.


Soy de las que se encaprichan fácilmente. De las que se pueden pasar horas pensando en él, y segundos olvidándole... De las que perdonan pero no olvidan. De las que recuerdan los mejores momentos fácilmente, de las que son difíciles de sorprender, de las que viven la vida salvajemente. De las que piensan más en los demás que en si mismas, de las que piden perdón sin motivo, de las que hablan horas de algo que ha ocurrido en unos segundos, de las que piensan las cosas dos veces antes de hacerlas, de las que prefieren estar solas antes que mal acompañadas, de las que se entretienen con cualquier cosa.
De las que tienen un por qué para todo, de las que dedican su tiempo libre a hacer cosas que disfrutarán mañana, de las que creen que las casualidades SÓLO existen por algo, de las que se creen solo la mita de lo que les dicen... De las que le ven algo malo a todo lo bueno y algo bueno a todo lo malo, y de las que se preocupan más de vivir a vida como les plazca que de lo que puedan pensar los demás.

La chica de los gatos.

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