lunes, 3 de febrero de 2014

Treinta y tres.


Deseo, espero y quiero que me mires a los ojos. Y que no hagan falta palabras para responder mis pensamientos. 
Estarás aquí y aunque el miedo a correr te pueda echar para atrás, las ganas de seguir te impulsen a probar. 
Dime que no te importa equivocarte, que el conocerme te ha hecho aprender a elegir, a creer. Que las generalizaciones no son promesas y que ves en mi algo que jamás verás en ningún otro lugar...

La chica de los gatos.

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