jueves, 27 de febrero de 2014

Cincuenta y ocho.


La vida es una lucha de leones. Levanta la cabeza, echa los hombros hacia atrás, camina con orgullo, no te lamas las heridas, celébralas. Las cicatrices de tu cuerpo son la marca del campeón. Has estado en una pelea de leones, que no hayas ganado no significa que no sepas rugir.

La chica de los gatos.

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